lunes, 26 de enero de 2009

soy un cliché...

La palabra cliché tiene su significado de origen en las artes gráficas, el concepto esta asociado a una placa que sirve para repetir indefinidamente una misma imagen una y otra vez sobre un sustrato o papel...

El significado de la misma palabra, en el uso común, es cuando algo se usa tanto y tan repetidamente que cae en lo trillado, y este concepto de cliché puede usarse para describir casi cualquier área de la vida donde pasa algo igual una y otra vez, que entonces encaja perfecto dentro de la definición de CLICHÉ.

La palabra cliché es un adjetivo de connotación negativa, porque se refiere a algo falto de originalidad, predecible, aburrido de tan usado o como dicen "común y corriente"...

Y es aquí donde entro yo, donde me doy cuenta de que soy un cliché, con todo y su connotación negativa. Si tuviera que describirme con una sola palabra diría CLICHÉ...

Yo pensaba que iba a ser especial, en alguna área de la vida, la mejor amiga, la mejor diseñadora, la optimista, la que lograría muchas cosas en su vida; y aunque he tenido logros, la verdad es que en el fondo, creo que todo ser humano quiere eso, ser especial, ser diferente, y en eso no soy diferente a ninguna otra persona...

Caigo en lo común cuando creo que puedo hacer alguna diferencia durante mi paso en este mundo, y también cuando sueño en tener un trabajo que no me cueste trabajo, y que me haga tan feliz que lo de menos es que me paguen...

Soy tan trillada, cuando me siento diferente por no tener ambición en lo material y sin embargo quiero vivir cómodamente; cuando creo que necesito poco para ser feliz aunque los más pequeños objetos me dan breves momentos de felicidad.

Creí que a mi la edad no me iba a pesar y como dice alguna frase desgastada, que iba a "envejecer graciosamente", honrosa y orgullosa, y vuelvo a caer junto con la comunidad, en el miedo a lo que me traerán los años...

En momentos me siento diferente, y me sorprendo al ver que en momentos me siento igual, igual a cualquiera que camina sobre la acera unos pasos adelante o unos pasos detrás, igual, igual, idéntica, nada diferente, nada más, nada menos, nada mejor, solo sobreviviendo...

Creo que es condición humana ser cliché...
Para ser diferente, hay que ser un cliché....

Ya no me pesa pensar en mi misma como una repetición. Casi todo lo que voy haciendo a mi paso alguien ya lo hizo antes...

En este mundo... si eres igual eres cliché, si eres diferente eres cliché....
Así que debo gritar al mundo que soy un cliché...
Que que no puedo ser tan diferente, y si sigo trantando incesantemente de ser diferente, vuelvo a ser un homenaje al cliché...

domingo, 8 de junio de 2008

La Abuela Pancha y el fin del mundo

Todos preferimos pensar que la abuelita Pancha está en un mejor lugar. El año pasado se nos adelantó, y sospecho que donde sea que ande, no debe extrañar mucho estos lugares terrenales de derroche y despilfarro inconsciente y tumultuoso.

En verdad creí que nunca llegaría el momento en que entendería su afán de ahorrar; en el que no escatimaba y se gastaba la vida. Al principio creía que lo hacía sólo por ahorrar dinero, pero lo peculiar, es que su actitud de ahorro la aplicaba prácticamente a todo, no sólo a los dineros, ¡no, no, no! sino a todo lo que se pudiera acumular para después vender, triturar para abonar las plantas, guardar para reciclar o reusar.

Como niña y luego adolescente, hasta pena me daba esa vehemencia en el reuso de casi todo.
Y aunque seguramente no podré incluir todas las acciones que mi abuela tomaba para ahorrar, listaré algunas para ejemplificar:

Guardaba los directorios telefónicos, no los regresaba cuando le entregaban nuevos. ¿Y como para qué los usaba después? Cortaba cada hoja en 4 pedazos, que posteriormente colocaba estratégicamente en el baño, donde evitaba entonces poner papel de baño (auch, cuando no hay opción resulta doloroso).

Guardaba las lajas de jabón, esas que ya no se pueden manipular con libertad al lavarse las manos. Las guardaba y acumulaba suficientes, para luego hervirlas todas juntas, y crear un jabón multicolor que dejaba cuajar y endurecer en algún lugar al sol. Después se colocaba en el lavabo del baño como cualquier otro jabón.

Echaba todo resto de café y comida en las plantas de sus pasillos, cosa que siempre resultó un poco desagradable, aunque no dudo que fuera buen fertilizante para las plantas.

El agua de la lavadora, después del enjabonado, y también después del enjuagado, la desaguaba en cubetas, mismas que usaba para lavar los patios, y regar las plantas.

Todo envase de yogurt, gelatina, crema, mermelada, aceite, conserva --fuera del material que fuera, aluminio, plástico, vidrio, cartón, papel-- era guardado y reusado al menos una vez. Los de plástico y cristal (los menos perecederos) corrían con suerte y sobrevivían por tiempos prolongados, ya que servían en múltiples ocasiones para hacer gelatinas, guardar alimentos refrigerados, o tornillos y clavos, jabón y hasta solventes comprados a granel, así pues se reusaban en múltiples ocasiones, hasta a veces perder su etiqueta y su identidad de mermelada fresa o yogurt de durazno.

También se hacían pila y pilas de periódicos y revistas, mismas que asumo se vendían por kilo, aunque no recuerdo nunca haberlo presenciado.

Las botellas de bebidas gaseosas, por supuesto siempre se conservaban, para volverlas a dar a cuenta del importe, o en todo caso, para obtener el importe en dinero.

Las bolsas de pan, las de papel y las de plástico; visitaban 3 o 4 veces su origen, porque cabe mencionar que en cada compra, cobraban la bolsa "aparte", y no tenía caso pagar los 10 centavos adicionales, sobre todo si ya tenia apilada en su casa bolsas y bolsas para cumplir ese objetivo.

El destino de los cerillos en la cocina, una vez raspados y encendidos, no era el bote de basura, era nuevamente la caja de cerillos. Estos aunque sin combustible para encender con la pura fricción, eran buen medio para pasar la flama de una hornilla a otra, sin necesidad de gastar "otro" cerillo.

No puedo evitar mencionar que los jabones líquidos, fueran de trastes o champú del pelo, eran eventualmente diluidos con agua, con el objeto de que duraran más y fueran aprovechados al máximo.

Estoy segura que estoy olvidando mencionar infinidad de acciones que mi Abuela Pancha tomaba con el fin de ahorrar, reusar, reciclar y reducir.

Con Emmanuel se ha vuelto una broma, pues dice que yo tengo mi "parte" de "Abuela Pancha", cuando decido diluir el jabón y no quiero desechar alguna caja que puede servir (algún día) para otro propósito ajeno al original.

Platicando con los hermanos, y riendo a carcajadas llegamos a la conclusión de que la abuelita creció con carencias, y desde siempre tuvo que aprender a ahorrar. Adicionalmente, los productos del petróleo resultaban caros, y con cada nuevo material de origen sintético, también venía un costo adicional al comprar un producto.

Hoy en día en cambio ni nos preguntamos, ni reusamos, ni reciclamos, vamos tras el sueño primermundista sin preguntarnos de dónde salió la envoltura, ni mucho menos a dónde ira después de dejar nuestras manos.

Me pregunto si ya nos estamos dando cuenta de que esto puede ser el fin del mundo como lo conocemos. Aunque no quiero sonar fatalista, es inevitable.

Hasta en los países más desarrollados ya se dieron cuenta de que esto no va bien. De que seguimos derrochando sin medida.

La parte en la que aquellos países nos llevan una ventaja grande, es en haber participado en guerras, mismas que los obligaron a racionar todo, desde el azúcar, el agua, los combustibles, las telas, los alimentos en general. En ese sentido, ellos tienen más fresco el recuerdo de lo que es vivir con poco, y aprovechar eso poco al máximo.

Es ahora cuando me doy cuenta de cuánto me identifico con la Abuela, me identifico cuando trato de ahorrar los pesos, pero con el matiz de la preocupación por el medio ambiente, y el futuro del planeta.

Creo que hoy soy más consiente de lo que le estamos haciendo al planeta, y estoy convencida de que la población en general también. Pero también estoy convencida que en comparación con la Abuela me quedo muy corta, y aunque el motor que la moviera fuera diferente al mío, seguro que la huella de su presencia (con respecto al impacto ambiental) en este planeta fue por mucho, menos dramática que el impacto que yo estoy dejando.

No cabe duda que aunque en de mi infancia y adolescencia, pensaba "ojalá yo nunca llegue a ser así" y tenía la firme creencia de que a la abuela algo le fallaba en la azotea, lo justo es decir que el futuro de este planeta está en tomar esa actitud de la "Abuela Pancha" en todos los ámbitos de la vida.

Hay que reducir lo que se usa, reusar lo que ya se tiene y reciclar los materiales que lo permiten, porque la verdad no hay garantía de que lo sigamos teniendo por mucho tiempo.

viernes, 11 de abril de 2008

me vibra en la piel

mientras escribo los escucho....

ya tiene que fue el concierto de Café Tacuba en el palacio de los Deportes (13 de marzo 08).
Y la neta es que estuvo muy childrix...

Yo no me considero fan de casi nada, sobre todo si nos apegamos a la definición de la real academia de la lengua española:

fan
. (Del ingl. fan, acort. de fanatic).

1. com. Admirador o seguidor de alguien

2. com. Entusiasta de algo.



Pero si para salvar mi vida, de algo me tuviera que declarar abiertamente como fan de algo, lo sería de U2 y de Café Tacuba...

Muchos grupos me hacen tararear a sus ritmos, y con las canciones de otros, vienen trenes de recuerdos que me llevan hasta el corazón de los eventos donde las escuchaba; pero diría que solo U2 y Café tacuba me vibra en la piel...

Regresando a lo del concierto....

A veces hasta me sorprendo que conozca la letra de tantas de sus canciones... y también que reconozca las canciones al empezar a escuchar la melodia... porque segun yo ni soy tan fan... pero ya estando ahí, cante que cante, brinca que brinca, de pronto me di cuenta que hasta se me ponía china la piel, y que se me agüitaban un poquito los ojos... y que todos en el palacio estuvieran cantando al unisono me llenó de muchísima energia. La energía esta, que no paro de fluir por las más de 2 horas que duró el concierto, era como cuando estas tomando alcohol... que te empieza a adormecer y te hace sentirte tu mismo y que hasta provoca que todos te caigan bien... malditas drogas, seguro que asi también se siente....

mientras sentía todo eso, traté de acordarme cuándo fue la útima vez que llore de alegria, y entre varias conclusiones que llegaron con los dias, decidí que llorar de tanto reir no cuenta como tal; no pudé recordarlo hasta días después de reflexionarlo...

las otras veces que sentí esa euforia fue en 2 conciertos de U2 a los que fuí en Londres en agosto del 2001. Donde por ni ser "tan fan" no tenía boletos, y entré gratis... y en otro concierto de U2 en el estadio azteca en febrero del 2006.

lo pensé y me dí cuenta que la sensación fue la misma....

pero ya me di cuenta... no solo fueron los bajos vibrandome en las entrañas, y no solo son las imagenes que las canciones me van trayendo en esos vagones retacados de recuerdos... la actitud de la masa de gente me vibra en la piel también...

eso es, gran parte de la experiencia del concierto es eso, que de pronto otros tantos miles de personas coinciden contigo en letra y ritmo, y no importa el si la cancion no trae el mismo sentimiento a todos, en realidad lo que se escucha es una sola voz cantando lo mismo...

entendí por qué en masa la gente hace cosas locas, y por qué tanta gente se vuelve seguidores de políticos, y por que tantos se convierten en cristianos. Se hacen yonkis (junkies) de esa vibración en la piel que dan los eventos masivos...

también me acordé de la unica otra vez que lloré de felicidad, cuando me titulé. Pero eso fue porque me costo las de caín... eso sí, esa vez la felicidad no me vibro en la piel... supongo que era porque yo era la unica en todo el salón que se titulaba, y nadie cantaba al unisono....

Estaré esperando con ansias locas otro concierto de U2 o Café Tacuba...
fijandome qué otros eventos, masivos o emotivos a me dan el jai (high) para sentir esa euforia
mientras tanto viviré con mi sindrome de abstinencia...








jueves, 10 de abril de 2008

¡¡¡TEQUILA!!!

Y fuimos a la boda del hijo del primo de mi suegro...
Y fue en Guadalajara, y estuvo bueno el bodorrio.

El domingo después de la boda, ya estando entrados en copas y en gastos, decidimos arrancarnos a Tequila, por qué no? Además nos las damos de que sabemos tomar buen tequila, ¡o no?!

Es casi cliché, pero estar ahí, empinandole al tequila y no ir al pueblo que le da su nombre, era impensable. Mira que haber ido a lugares reconditos y no haber estado en Tequila, Jalisco.

Lo menos que le debemos a tanta borrachera tequilera, es honrrarlas e ir a ver lo que ya por cultura general creemos que sabemos: Cuál es el proceso de elaboración del Tequila.

Llegando al pintoresco pueblito preguntamos por la oficina de información turistica, me sentí casi europea; no por rubia mas bien por total desconocimiento del lugar....

Como buen punto turístico, los que ofrecen el tour son un poco mercenarios (ya nos andaban queriendo vender una caja de 12 botellas de tequila...), pero bueno, no hay nada que yo les pueda reclamar...

Tomamos un tour de las instalaciones de una empresa que se llama La Cofradía, que resulta que tiene chingomil -muchos- diferentes nombres de tequila envasado en otros tantos tipos de botellas...

Nuestro Guía, un lugareño que se llamaba Toño, tenía esa percha de servicial jalisciense, güerejillo y bonachón... Eso sí, era un E-X-P-E-R-T-O en la materia y lo asociado a ella, pregunta que le hicimos, pregunta que respondió sin bacilar....

Debo decir que fue impresionante ver los corazones del agave rasurados de sus pencas, ya listos para entrar a los hornos, los grandes hornos donde se cuecen y los depositos donde se fermenta el jugo (que despues se llamará Tequila), y también donde se destila 3 veces el valioso elixir...
Y para mí fue como paradigma enterarme que las barricas donde se reposa el tequila fueron previamente usadas para reposar whiskey y bourbon; que entre más reposado el Tequila (pos ovbio...) más sabe a la madera, que dependiendo de qué tipo de bebida reposó en dichos barriles, eso se refleja en los tonos (color) del tequila y de los acentos (sabor)

También nos platicó de las enfermedades del agave azul y de las epocas de cosecha; que si tienes el ego lo suficientemente grande y el bolsillo igual, puedes registrar tu marca y mandar a hacer tu propio tequila, eso sí el minimo son 10mil botellas (mismas que tu provees a la empresa).

Y que ese paisaje, ese donde los campos estan hartos de agaves azules, que estan tan verdes que azulean, ese paisaje, solo lo podrán ver ahí donde mero, en Tequila, Jalisco.

Ese día casi perdemos el avión de regreso, ya veniamos de vuelta mordiendonos las uñas y pensando qué transporte terrestre sustituiria nuestra llegada al D.F.
¡Afortunadamente el vuelo se retraso!

Ahora sé, que eso de que no me guste el tequila Don Julio, por perfumado; no significa que sea inexperta tomadora de tequila. Al contrario, como bien dijo Toño, entre más blanco, más sabe a lo que debe, a TEQUILA.

miércoles, 19 de marzo de 2008

el mortal promedio en el ciber espacio...

Increíble, pero cierto; al menos para mi...
En esta época en que la tecnología avanza más rápido de lo que la podemos entender los mortales promedio, lo que seguro ya nos enteramos que hoy en día para existir, tienes que ser alguien en el ciber-espacio, es decir tener cuando menos una cuenta de correo electrónico, que algún buscador arroje resultados de paginas web con tu nombre al escribirlo, con alguna información que te coloque en el tiempo y el espacio; es entonces que eres alguien, o que existes.

Así decidí escribir este blog, creo que lo hice por sentir que existo, para satisfacer ese pequeño ego que cree que algún día las cosas que escribo llegaran a alguien, aunque sea en diferente forma y contexto y con otro mensaje que el planeado originalmente, bueno la idea es que lleguen a alguien algún día en algún lugar, y entonces aunque ya no este, siga existiendo. Cuando abrí mi cuenta en blogspot apareció Emmanuel, quien en el proceso me regaló mi propio dominio: zyntya.com, en donde se pueden leer estas lineas. Quedé tan fascinada con la idea que nuevamente Emmanuel, aunque ahora a petición mía, me regaló el dominio poncenava.com, en donde sin preguntar abrí cuentas de correo electrónico a toda mi parentela.

quiza tengo la vaga esperanza de que entre más huella halla de mi existencia en la web, más tiempo tengo para permanecer en algún lugar aunque sea etéreo...

ahora espero que todos mis "parientes pobres del amor" usen sus cuentas, para conservar el dominio para la posteridad y no sea solo un juguete nuevo.

Solo el tiempo demostrará si el usuario común busca tener una identidaden el ciberespacio. Qué no se supone que una de las ventajas de Internet era la ausencia de identidad!?
Solo el tiempo nos dirá cuál fue la tendencia...

Me pregunto qué va a ir pasando con las nuevas generaciones, cuando desde antes de nacer, los papas locos y prevenidos, tengan ya reservado un correo electrónico pagina web, dominio y cuenta/membresia a alguna red social, y entonces los hijos empiecen también a existir.